jueves, 24 de mayo de 2007

Asco

Deseo que estas cortas líneas sean interpretadas por los lectores , como una confesión .Y así mi acto de cobardía, no quede olvido en las calles de Palermo, entre las personas que como yo, intentaron no ver o no ser vistos.
Comenzaré a relatar entonces los sucesos que me condujeron a este acto de cobardía, no porque fuesen aquellos los responsables, sino porque me posicionaron en aquel lugar en dicho momento.
Acababa de salir de una de las peores clases de mi vida , responsable de esto, una profesora paupérrima y mis compañeros,a estos ultimos solo los podría definir como unos peuqeños seres confundidos. Luego de aquellas dos fatídicas horas en las cuales solo logre darme cuenta que estaba perdiendo mi tiempo; (...). Partí hacia mi casa , acompañado de mi fiel, aunque debo decir que talvez un poco egocéntrico, pero solo a veces, amigo . En el camino, lo único a lo que nos dedicamos fue a inflar nuestros egos, denotando que tan equivocados estaban los demás respecto al mundo y planificábamos como debía estructurarse, según nuestros conceptos. Luego de haberlo despedido y de haber camino solo algunas cuadras, me di cuenta que había encontrado una nueva compañía, el miedo. Y solo aperecio para ayudarme a comprender que ... doy asco. Solo eran dos chicos no mayores a los 16 años, robándole a otro, seguramente algunos años mayor. Podría justificarme pensando que él, en mi situación, tampoco hubiese actuado, pero eso no es excusa . Esto significaba ser un cobarde .
Al ver la situación y luego de entender que sucedía opte por no hacer nada, o hacer muchas cosas pero entre las cuales no se encontraba ir a ayudar a ese supuesto pobre muchacho. Continué mi camino acompañado de aquel inefable compañero y al llegar a la puerta de mi edificio y traspasarla, por primera vez en mucho tiempo, me preocupe porque quede bien cerrada.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Guau, este me gusto mucho. Caiste en autoreferencial, pero te animaste a algo ams alrgo y cada vez tenes mejor narrativa.
Muy bueno posta.

Anónimo dijo...

El miedo es el la más humana de las escorias animales con las que aún interactuamos, el sistema linfático empieza a transpirarnos adrenalina y otros neurotransmisores que nos estresan hasta el último nervio, mientras la suprarrenal nos frunce el upite.
Es la pulsión la que te sacó, el instinto, el Darwinismo y aquel remoto paradigma de selección natural y autopreservación fueron los que te volvieron cagón unos instantes.
Tampoco tu acompañante tuvo el suficiente control para encarrilar su sistema nervioso autónomo y encaminarse hacia la inefable recepción de dolor físico, no te sientas mal. Ya son dos cagones.


La realidad es que nadie en sus cabales, sabiéndose ignorante de artes marciales orientales ancestrales, sabiéndose vulnerable y blandito como manteca ante la hoja de un puñal (léase destornillador oxidado), nadie va a encarar... Tal vez con la manopla, pero es difícil. Acordate que este es un país de tendencias, y la solidaridad no está de moda.


Abrazo

Anónimo dijo...

me gusto me gusto me gusto me gusto me gusto me gusto me gusto me gusto.
Mis felicitaciones a quien escribe todo esto.
Suerte y siga así señor!

Bcorta dijo...

mmm... bien... paso...
vale decir que he leido el primero.. de miedo.. mas bien de realidad... estamos en una sociedad que nos construye ese miedo, esa sensacion de cerrar bien las puertas, de no mirar o dar vuelta la cara... ais que lo entiendo..

Conste que pasé!

Saludos Pelaiescos!