viernes, 7 de septiembre de 2007

TERCER PALABRA

La primer palabra. Siempre tan llena de esperanzas, ilusiones, genera fantasias, una puerta a un lugar maravillo del cual nunca uno quiere salir, siempre predecesora de la segunda, que en general surge casi como una necesidad, pero todo comienza con la numero tres. Allí es donde uno se percata que aquella elegante idea que uno deseaba plasmar, se transforma en un vagabundo que vive bajo un puente y que no conoce la palabra baño.
Las frustraciones comienza a surgir, la seguridad no disminuye, pero se dilata, generando una sensación de esperanza que nos permiten seguir con la escritura, pero ya no es lo mismo. Las palabras dejan de brotar como por una fuente, para asimilarse más a un geiser y cada una de ellas, nos encierran más.
Hasta los mas agnósticos rezamos porque el final llegue pronto, que nuestros renglones agraden a nuestros lectores, porque surjan de ellos algunas palabras que nos den ánimos de seguir realizando esta labor, de frustrarnos con cada idea que intentamos plasmar al papel y que tanto disfrutamos .
Acaba de suceder ya estoy llegando al final y las palabras se niegan, ya son 178 palabras que he tenido que forzar para que llegara este momento. Esto siempre sucede y por eso, no me interesa extenderme en mis escritos .................. pero por suerte lo logré ....... llegué al punto final.